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Una Noche en París

Relato corto

Elena, una mujer bien parecida, con el pelo largo hasta la cintura, ojos verdes esmeralda y una sonrisa que te daba la confianza de acercarte a hablar con ella, había viajado a Paris para disfrutar de quince días de vacaciones, esa noche yo estaba en la esquina de la barra de un Bar Parisino, ella de nacionalidad italiana, pero que hablaba varios idiomas entre ellos el Español, yo Español sin entender nada de lo que se decía a mi alrededor.

Cuando cogí mi vaso para beber, ahí la vi entrando al Bar, con su largo pelo suelto y su movimiento de cadera capaz de enloquecer a cualquier hombre ante tanta belleza, vestida con mucha elegancia, se acercó a la barra a pedir una copa, yo solo la podía mirar de reojo, ya que estaba convencido de que una mujer así no me prestaría atención.

Con mi tono de voz tímido me armé de valor y le pregunté su nombre, a lo que ella me respondió con una sonrisa y me devolvió la pregunta, le ofrecí invitarle la copa que estaba tomando y ella respondió que porque no me invitaba ella a mí, nos pusimos a hablar yo con el Español intentaba hacerme el simpático aunque mi timidez no me permitía mirarla, ella me correspondía en Italiano hablándome despacio para que entendiera lo que me decía.

Poco a poco me fui soltando y después de varias copas me decidí a invitarla a dar un paseo, total él no ya lo tenía ¿qué podía perder?, ella bajo mi sorpresa acepto salir a pasear conmigo.

Salimos del Bar y nos dirigimos a la Torre Eiffel paseando por las calles de París que transmiten sensaciones que te traspasan tu alma, nos acompañaba una luna llena y una noche estrellada que más podía pedir.

Nos sentamos en el césped, en frente la torre Eiffel, como compañía, las estrellas y la luna llena, donde mantuvimos una conversación agradable, no hacía falta más, era inteligente, risueña y muy simpática, en sus preciosos ojos verdes se reflejaban las estrellas y su sonrisa me hacía sentirme justo donde quería estar.

Cuando llevábamos varias horas conversando me sorprendió hablándome en Español y diciéndome que había entendido todo lo que le había dicho, yo me quede sorprendido y le pregunte por qué se guardó el secreto, ella con una sonrisa me respondería que esperaba a ver si era un buen chico o pretendía algo más que compañía, yo en esos momentos solo quería conocerla más sin ningún interés de llevarla a mi cama.

Llego el amanecer sin darme cuenta de lo rápido que habían pasado las horas y la invite a desayunar a una Cafetería a lo que acepto, desayunamos sin quitarnos la mirada, ella a pesar de no haber dormido estaba igual de bella que cuando entro por la puerta del Bar parisino, al terminar de desayunar y una vez en la calle le llame un taxi, ella se despidió con tres besos al estilo francés, yo cuando llegue a mi habitación del hotel no dejaba de recordar esa noche de París, la imagen de su sonrisa y sus preciosos ojos siempre quedarán en mi memoria.

Al día siguiente regrese al Bar donde la conocí, pero nunca apareció, el día siguiente fui al hotel donde me dijo que se alojaba, pero para mi sorpresa no había estado ninguna persona con ese nombre y de esas características alojada en los últimos días, quien era esa chica tan maravillosa con la que tuve el placer de compartir una noche en París.

                                                                                Por Fran Marquez
 

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