LETRAS Y
LEYENDAS

Había un hombre de 40 años que se llamaba Pedro, tenía una mujer, dos hijos y un trabajo estable, un día perdió el trabajo por reducción de plantilla y esto provoco grandes cambios en su comportamiento, empezó a pasar más tiempo en el bar con sus amigos, hasta ese momento su vida estaba dedicada a su familia y al trabajo, su mujer empezó a darse cuenta de que él bebía demasiado y le advirtió en varias ocasiones que si seguía así se quedaría solo, pero pedro hizo caso omiso a las palabras de su mujer que trato de ayudarlo durante más de un año, mientras su mujer trabajaba, atendía la casa y sus hijos, él se pasaba el día sentado en un taburete del bar, bebiendo copa tras copa, sin darse cuenta de las consecuencias que le traería, fueron muchas las veces que su marido no era capaz de abrir la puerta de casa, demasiadas las que algún amigo lo tenía que llevar directamente a su cama porque no podía tenerse en pie y muchas lágrimas las que sus hijos y su mujer echaron por verlo ebrio, un día su mujer le dio un ultimátum,  dejaba la bebida o perdía a su familia, Pedro prometió dejar de beber, pero pronto rompería la promesa y una noche apareció en su casa tan ebrio que no era capaz de caminar, su mujer al día siguiente y sin previo aviso se marchó de casa, llevándose a sus hijos con ella, cuando Pedro despertó al día siguiente se percató que su familia se había marchado, solo necesito ver que el armario del dormitorio de matrimonio faltaba la ropa de su mujer, pero se derrumbó cuando vio que tampoco había rastro de la ropa de sus hijos, estaba enfermo, pero no lo reconocía por lo que seguía bebiendo pensando que su familia regresaría, a los tres meses tuvo que dejar la vivienda familia por no poder pagar el alquiler, sin darse cuenta se vio durmiendo en el portal de un local vacío, hizo falta más de un año para reconocer que tenía una adicción y se inscribió en un programa de desintoxicación, después de más de un año en este centro consiguió dejar la bebida y recupero a su familia, pero si le preguntas si quiere una copa te dirá que no bebe y si le preguntas por qué te dirá, por qué soy alcohólico y lo seré toda la vida.

Por Fran Marquez